Marta me dijo una vez que ella es mas de quedarse a resolver cosas y de entender que es lo que tenemos para aprender cuando nos descubrimos viviendo un momento difícil o tenso. Llevo un par de días haciendo unas sustituciones en una clínica de una zona que yo llamaría "deprimida" de la ciudad de Birmingham. Es interesante porque atiendo dos tipos de clientes. Soy veterinaria para una clínica privada y bastante cara que ofrece servicios para los clientes de las clínicas privadas de un radio bastante amplio alrededor... y soy la misma veterinaria para los clientes de la clínica donde estoy trabajando. Me explico, soy la misma veterinaria para la clínica que posee la infraestructura, el edificio, las máquinas de anestesia, los artículos de limpieza... todo. Esta clínica pertenece a una especie de asociación de beneficiencia para personas sin recursos que necesitan ayuda para sus mascotas.
La clínica privada realmente no existe, es una empresa de servicios. A partir de las seis de la tarde y hasta las nueve del día siguiente, prestamos servicio de urgencias para unas treinta clínicas alrededor en la clínica de la asociación de beneficencia.
Total, que los clientes son muy diferentes, pero la mesa es la misma y las condiciones, que dicho sea de paso no son las ideales, son las mismas.
Ayer tuve una sensación bastante extraña. Tuve un caso de un perro maltratado por el novio de su dueña, una chica de unos veintitantos años. El animal presentaba contusiones en ambos lados de la cabeza, había perdido algún diente y tenía una paresia del la mano izquierda. Afortunadamente, solo tuve que atender al perro y su dueña no tenía mas que UNA ANSIEDAD EXTREMA y la certeza de que tenía que ir a denunciar a su pareja por la agresión a su perro.
Al entrar a buscar a mi enfermera para pedirle ayuda con el caso, me encontré a una de las asistentes de enfermería gritando a voz en grito en la hospitalización algo así como "malditos bastardos" dirigiendose a unos animales que estaban en una de las jaulas. Como eran sus perros, las personas que estaban conmigo ni se inmutaron. "¡Ah! está diciéndoselo a sus perros, no hay problema.
Definitivamente, somos los mismo de un lado y del otro. Somos los mismos de un lado a otro de la mesa de exploración y somos los mismos de un lado al otro de la pared. Creo que en esta sociedad que estoy viviendo, todos necesitamos REFLEXIÓN y mucha mucha AYUDA.
Un saludo de tierra y aire.
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