Tras la primera parte, vino el momento, en el mes de febrero (mas tarde concluimos que fué un poco pronto), de emprender la siembra en semilleros. Fué verdaderamente alucinante. Tengo que confesar, que yo todavía pensaba que en elgún momento nos quedaríamos parados o que todo se quedaría olvidado. Pero Chris sabe bien el significado de la palabra PERSEVERAR y sorpresa..... en menos de quince días, los primero brotes y en un mes.... aquello era una selva de plantas que nos iban a alimentar ... a nosotros y a algunos amigos mas. Aún entonces, no me podía hacer una idea de lo que pasaría al final.
En estos momentos, aprendí mucho sobre humedad en el ambiente, predecir las heladas... lo mejor es preguntar a los vecinos de vuestros pueblos, esto no nos lo enseñaron en el colegio, por lo menos a mí no me lo enseñaron en mi colegio en el medio de Madrid y en cambio, mis vecinos eran expertos en la predicción. Al final, la última helada del año, la predije yo solita sin necesidad de ayuda. Ese día tuve que correr tras el trabajo a eso de las nueve de la noche para meter todas las plantas en el piso de nuestro amigo Juan Carlos... menos mal. Perdimos unas pocas, pero no muchas. OJO, EL HIELO ES ALGO MUY SERIO.
Y al poco.... empezar a trasplantar.....
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