Por fín hemos encontrado una casa con un poco de tierra para poder sembrar. Durante el último año, Chris y yo hemos estado curioseando en la producción de frutales. En Inglaterra hay bastante cultura de cultivo de frutales. Durante todo el final del verano y este otoño, nos hemos encontrado por la calle con cestas en las puertas de las casas con los excedentes de frutas para que los cojas sin pagar nada. Las personas piensan que ya que no pueden comerlo todo, lo mejor es ponerlo en la puerta de casa para que los vecinos o las personas que pasan por allí, se las lleven. Genial, ¿no os parece? Incluso hemos intercambiado mermelada que hizo Chris hace unas semanas con unas vecinas a cambio de sus manzanas. Ha sido verdaderamente divertido.
Hemos comido compota de manzanas y manzanas de montones de variedades diferentes gracias a la simplicidad de las cosas. Simple. Si te sobra, ponlo en la puerta para que otro pueda comerlo. Y la sensación de coger la fruta tu mismo y darle las gracias al dueño si por casualidad, está por allí, es básicamente deliciosa.
Un saludo de tierra y aire.
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