Estoy trabajando unos días en Escocia. He tenido uno de los peores climas de los últimos años y ha sido verdaderamente mágico. Como desde hace ya un tiempo, no viajo por placer, sino que voy trabajando en lo mío y aprovecho para ver el mundo desde dentro en la medida de lo posible. Y parece que está funcionando. La dueña de la casa donde estoy es escocesa y me está dando una visión bastante global de la vida por la zona. Pero aún estoy buscando lo que es la producción primaria en la zona.
El otro día estuvimos charlando sobre las cosas que ella recordaba de su infancia y que poco a poco vamos perdiendo sin darnos casi cuenta y de como al final, solo compras en el supermercado y te olvidas de que tienes productores locales que no son tan super atractivos, ni te regalan vasitos con el logo de su marca, pero que producen alimentos de calidad y que sostienen la economía local.
Eso sí, el primer sitio donde estuve tomando algo, tenía un refrigerador lleno de carne envasada por uno de los ganaderos locales con un precioso cartel hecho a mano comentando el origen y el carácter local del producto. ¡Algo marcha!
Un saludo de tierra y aire
